Vegetarianismo

Vegetarianismo una elección consciente

Alimentación consciente

Grandes pensadores y filósofos como Platón y Nietzsche, hasta líderes políticos como Benjamín Franklin y Gandhi; ídolos modernos como Paul McCartney y Bob Marley, afirmaban la importancia de ser vegetarianos; inclusive la ciencia apoya la dieta vegetariana, la cual ha desarrollado estudios que demuestran los beneficios para la salud. El vegetarianismo a partir del siglo XXI se vuelve una parte importante en el ser humano occidental; un cambio en la dieta que está relacionado con la salud, la no violencia y con la conservación del ambiente.

El vegetarianismo no es una moda, se considera una necesidad evolutiva en la humanidad. El ser humano está despertando la conciencia sobre su calidad de vida ante el deterioro tanto en las condiciones de bienestar mental y físico, como en el medio ambiente.

La dieta vegetariana en un mundo de violencia es de menor el costo y hay gran variedad de recetas y alimentos; es más sano; se aprende hacer más creativo en el arte de comer bien; el organismo se mantiene más liviano y menos violento; se previenen muchas enfermedades actuales que han aumentado con el tiempo (reumatismo, problemas musculares y de esqueleto, presión alta, cáncer, entre otras); se aprende hacer más simple, sencillo y natural.

El vegetarianismo y la salud

¿Qué significa ser vegetariano? El vegetariano es aquella persona que no incluye ningún tipo de carne en su dieta como la res, el pescado, las aves, los mariscos y otros como la manteca animal, el huevo, la gelatina. En el caso de los veganos no comen ningún producto o subproducto animal. Sin embargo ambas formas de dieta nos lleva a mantener una buena salud para nuestro cuerpo como: prevenir el cáncer: Lo que se come del animal casi siempre es alto en grasa y bajo en fibra. La carne y los lácteos están asociados a muchos tipos de cáncer como el del colón, mama, ovarios, próstata y otros. Ejemplo el organismo requiere de mucho esfuerzo para convertir la lactosa en galactosa afectando el ovario.

Los vegetarianos consumen mucha fibra y vitaminas y desarrollan una producción de leucocitos especializados en atacar células cancerosas. Prevenir las enfermedades del corazón: La carne es la fuente principal de grasa saturada y fuente de colesterol en la dieta. La fibra que contienen los vegetales hace que el colesterol se reduzca.

Los expertos recomiendan una dieta baja en grasas y ricas en fibras, acompañadas de ejercicio y dejar de fumar y reduciendo el licor, para revertir el proceso de arterosclerosis. Control de hipertensión: existen especialistas que los vegetales bajan la presión arterial al reducir también el sodio en la dieta.

Prevenir y reversión de la diabetes: Una dieta vegetariana acompañada de ejercicios, se recomienda para bajar los niveles del medicamento de insulina. Enfermedades asociadas con la biliar y renal y osteoporosis: los vegetales reducen la formación de cálculos renales.

Las dietas altas en proteínas como la animal, inducen la eliminación por la orina de calcio y ácidos oxálico y úrico que son los que forman los cálculos renales. La osteoporosis es reducida por los vegetales; lo contrario a la carne que en grandes cantidades descalcifican el hueso.

Una dieta vegetariana debe incluir suficientes proteínas; es verdad que la dieta vegetariana contiene menos proteínas pero se pueden combinar varios vegetales (como arroz/maíz, con leguminosas) que juntos pueden proveer la proteína y el calcio necesarios para el organismo como legumbres, granos, frutas y vegetales.

En casos de embarazo, lactantes y niños las necesidades nutricionales aumentan, la dieta vegetariana contiene todos lo necesario para un embarazo, se deben aumentar los suplementos en la vitamina B12 y D.Los vegetarianos consumen una mayor cantidad de ácido fólico, el cual es necesario durante este periodo. Las mujeres sufren menos PRE-eclampsia y producen una leche más pura. Reduce las alergias en la familia y en los niños lactantes.

Recomendaciones generales para una buena salud:
Consuma diario frutos secos para obtener grasas buenas, antioxidantes, vitaminas, minerales, y calcio de origen vegetal. Incluya semillas para obtener calcio. Tomar el sol por 30 minutos para obtener vitamina D para favorecer la absorción del calcio de origen vegetal; recuerde que la vitamina D también se encuentra en los lácteos; combine legumbres y cereales para lograr una proteína completa: ejemplo arroz y cereales, lentejas, alubias y avena para hacerlas como tortas con una buena proporción de ensalada; incluya algas para obtener vitamina B1; incluya vegetales de hojas verdes ricas en hierro con una fuente de vitamina C, ejemplo: lentejas con zumo de limón y pimiento, espinacas o acelgas con zumo de naranja; diariamente consuma frutas y verduras con aceite de oliva para obtener antioxidantes y nutrientes y sobre todo tome mucha agua.

Para lograr comprender aún más el vegetarianismo consciente se considera necesario hacer comparaciones entre los animales carnívoros, vegetarianos y los seres humanos. Es evidente que los seres humanos nos parecemos más funcionalmente a los seres vivos herbívoros y el siguiente cuadro comparativo nos hace reflexionar sobre estas características físicas que nos definen que tipo de alimentación debemos darle nuestro cuerpo.

¿Qué impactos tiene el vegetarianismo en el ambiente?

Para poder volver al equilibrio necesario en armonía con la naturaleza, requerimos recuperar las cualidades de la simplicidad, la sencillez, la bondad, la gratitud y la compasión en cuanto al consumo y nuestro estilo de vida, al uso de los recursos naturales y a la tecnología adecuada para no impactar negativamente al ambiente.

Para profundizar aún más en el tema la FAO nos pone a reflexionar sobre ¿Qué produce más emisiones de gases que afectan el efecto invernadero; criar vacas o conducir un automóvil? Un reciente informe de las Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación (FAO) (2006), indica que el ganado genera más gases de efecto invernadero en un 18% más que el CO2 (Bióxido de carbono) que generan los vehículos.

La ganadería actualmente ocupa un 30% de la superficie terrestre del planeta en pastizales, ocupa un 33% de la superficie cultivable destinado al forraje. Se talan árboles para pastos es causa de la deforestación, como es por ejemplo en Latinoamérica donde el 70% de los bosques del amazonas se han destinado para pastos. A causa del pastoreo las zonas áridas se están degradando, ocasionando la compactación del suelo y la erosión causada por el pisoteo del ganado.

Lamentablemente, el ganado contribuye 10 veces más a la contaminación del agua en comparación con la contaminación del ser humano y 3 veces más que la contaminación de la industria del aceite, carbón, acero y manufacturas combinada.

El sobrepastoreo afecta al ciclo del agua, e impide que se renueven los recursos hídricos tanto de superficie como subterráneos. Los principales agentes contaminantes son los desechos animales, los antibióticos y las hormonas, los productos químicos utilizados para teñir las pieles, los fertilizantes y pesticidas que se usan para fumigar los cultivos forrajeros.

La producción de ganado utiliza el 8% del agua que consume el humano principalmente a través del riego de los cultivos forrajeros. Si bien no existen cifras mundiales, se estima que en los Estados Unidos el ganado y la producción agrícola de forrajes consumen el 37% de los plaguicidas, el 50% de los antibióticos y producen una tercera parte del nitrógeno y el fósforo que contaminan el agua.

El sector ganadero, genera también casi 2/3 partes del amoniaco que contribuye considerablemente a la lluvia ácida y a la acidificación de los ecosistemas. El número de animales producidos para consumo humano también representa un peligro para la biodiversidad de la Tierra. El ganado constituye un 20% del total de la biomasa animal terrestre, y la superficie que ocupa hoy en día, antes era hábitat de especies silvestres.

En 306 de las 825 ecorregiones clasificadas por el Fondo Mundial para la Naturaleza, el ganado se considera actualmente una “amenaza”, a la vez que 23 de las 35 “zonas mundiales de gran concentración de la biodiversidad” de la lista de Conservation International, caracterizadas por una grave pérdida de bitats- resienten los efectos de la producción ganadera.

Un aporte a la no violencia

¿La alimentación que le estoy dando a mi cuerpo es únicamente para complacer al paladar o para el beneficio del cuerpo y del alma?

La dieta no es cuestión de religión pero si de espiritualidad, porque la espiritualidad nos brinda la posibilidad de ser no violentos y de proteger a los animales y a la naturaleza que son nuestra responsabilidad en el planeta.

La paz es estado interior, una energía que se acumula practicando la no violencia tanto en la alimentación como en nuestros pensamientos positivos y de buenos deseos al ser y al mundo entero.

Cuando se mutila o mata a un animal, éste en sus últimos minutos antes de morir, tiene miedo, ansiedad que provoca a las glándulas segregar adrenalina, la cual se acumulada en sus músculos.

A muchos animales actualmente se les alimentan con hormonas artificiales, y se les mantienen en lugares muy pequeños no permitiendo que se muevan para que engorden más rápido y no pierdan peso, esas hormonas también quedan en los músculos. La muerte cruel crea sensaciones de agonía, traición, odio… Si yo apruebo esta crueldad y me como su carne de una u otra forma soy responsable de ello y me estoy impregnando de esos últimos sentimientos antes de la muerte.

Por lo tanto la espiritualidad busca no comer alimentos que se obtengan por medio de violencia o del acto de matar a aquellos seres vivos que sienten, porque su organismo está conformado por células nerviosas que estimulan no solo el dolor físico, sino también el odio, el rechazo, el miedo, la agresividad etc.

Cada día tenemos la oportunidad de elegir y tomar la mejor decisión para beneficio del ser y del mundo entero, deseando un mundo de paz, de amor y de armonía entre el ser humano y su entorno sin violencia , que implica no hacer sufrir a ningún ser vivo. De esta forma hacemos emerger virtudes de compasión, misericordia, amor, y felicidad en un mundo nuevo para todos.

Cocinar en un estado consiente de paz mental con pensamientos positivos, sintiendo la compañía de la Fuente Universal de Amor (Dios), ayuda a cargar de esas vibraciones los alimentos, y esto no sólo favorece al propio ser sino también a todas las personas que se alimentan con esa comida.